jueves, 8 de diciembre de 2011

LA POSICIÓN POLÍTICA Y LA REACCIÓN DE RUBEN DARÍO ANTE LA AMENAZA NEOCOLONIAL ESTADOUNIDENSE


Miguel Ángel Acosta

En el siguiente ensayo trataré de determinar en la obra «Cantos de vida y Esperanza (1905)» de Rubén Darío, cuál era su posición política e ideológica al momento de escribir la obra y qué reacción tuvo Darío ante la amenaza neocolonial estadounidense. El ensayo tendrá como fin hacer un recorrido histórico, enmarcando el contexto de la obra; determinar las reacciones de Darío y su manifestación ante la «amenaza yanqui»; analizar con profundidad la obra y extraer los fragmentos referentes a su reacción ante dicha amenaza; con el fin de mostrar los pensamientos ideológicos de Darío que, partiendo de una raíz unionista en él, dan pie y justifican el propósito y objetivos del ensayo. Como parte del método cualitativo utilizaré comparaciones entre el contexto histórico y la obra, apoyandome en ensayos previos sobre el tema, para determinar y analizar los componentes que responderán mis preguntas de investigación. Así, siendo un ensayo descriptivo de la obra enfocada en la historia, me basaré en el nuevo historicismo y materialismo cultural, postulando la premisa que critica la posición unívoca de Foucault sobre el poder, (Selden, 2001: 232) y sosteniendo que: “cada historia del sometimiento también contiene una historia de resistencia y que esta resistencia no es sólo un síntoma de una justificación para el sometimiento, sino la verdadera marca de una «diferencia» (Derrida, 1966) que siempre evita que el poder cierre las puertas al cambio” (Selden: 2001). Según ellos, el sujeto puede tomar tres estadios: un sujeto que acepte libremente el discurso oficial, un sujeto que reniegue de dicho discurso y otro que busque un discurso más coherente con su posición ideológica. Éste se desindentifica, reconstruyendo o, más bien, recreando una identidad que buscará en lo propio, en lo perteneciente; revirtiendo así el discurso oficial, volcando sobre él su cultura para soterrarlo. Con lo anterior, intentaré descubrir en cuál de las tres posturas estaría enmarcado el pensamiento y la reacción de Darío ante la injerencia yanqui en América Latina.

A comienzos del siglo XIX, la independencia de las colonias españolas en América da pie a otras potencias europeas, entre ellas Inglaterra, para vislumbrar Hispanoamérica como principal foco de sus intereses expansionistas. La expansión económica en ese siglo era una prioridad colonial, pues determinaría la posterior lucha de potencias y el establecimiento de una hegemonía económica. Siendo América Latina primordial para muchos proyectos, uno de ellos, el canal interoceánico; las potencias, desde su independencia, intentaron cernir sobre ella su poderío. También Estados Unidos veía en los países del sur su principal foco de influencia económica, apoyando así la independencia de estos países, manteniendo a raya la intervención de cualquier país extranjero con la Doctrina Monroe, y asegurándose así la cabeza en las relaciones económicas con las naciones en gesta. La Santa Alianza, en defensa de los intereses Carlistas, intentaría recuperar las antiguas colonias; Inglaterra comenzaba su expansión, repartiéndose o tomando por la fuerza algunas regiones del sur y centro del continente. Claro que dicha Doctrina impedía la intervención extranjera en los asuntos interiores Latinoamericanos; pero también abría paso para que Estados Unidos tomara cartas en el asunto económicos. La expansión comenzaba por Texas: México perdió la mayor parte de su territorio en 1845. Manteniéndose un poco pasivo aún, por dentro fortaleciendo sus huestes militares y políticas, la guerra Hispanoamericana (1989) completaría la demostración de las intenciones autárquicas. Para el siglo XX, Roosevelt expone que Estados Unidos debían hacer sentir mundialmente su influencia, y si sus intereses chocaban con otras naciones, la única manera de resolverlos, sería por la fuerza.
Es en ese siglo cuando claramente se demuestra y extiende el brazo imperialista sobre Latinoamérica. Debilitada España, (Darío sería enviado por La Nación para documentar la situación española), Estados Unidos comenzaría a plantear condiciones a Cuba; sosteniendo la implantación de la democracia, implementaría exclusivismos en la Isla para que únicamente pudiera mantener relaciones con Estados Unidos, cediendo así territorios carboneros y zafras azucareras. A pesar del «no intenvercionismo» sostenido en la Doctrina Monroe, Estados Unidos rodearía con tropas a Haití, en 1902, por cuestión de sus deudas. Intervendría, a medias, en el conflicto entre Nicaragua, Honduras y el Salvador; teniendo sus miras reales en Panamá. Es por eso que para 1903, la influencia Norteamericana sobre los países de Centroamérica se notaría fuertemente, puesto que, para hacer una vía directa hacía la independencia de Panamá, hacía el codiciado canal interoceánica, forzosamente tendría que establecer presiones sobre los demás países del Istmo. Estados Unidos intervendría en Nicaragua para 1903, comenzando así las intrigas, que seis años más tarde, provocarían la destitución del presidente liberal José Santos Zelaya.

«La traición de Estrada[1]inicio la caída de Zelaya. Éste quiso evitar la intervención yanqui, y entregó el poder al doctor Madriz[2], quien pudo deshacer la revolución en un momento dado, a no haber tomado parte los Estados unidos, que desembarcaron tropas de sus barcos de guerra para ayudar a los revolucionarios» (Autobiografía: 1912)

Partiendo de este contexto histórico, puedo empezar a determinar qué posiciones políticas tenía Darío y cuál fue su reacción ante la amenaza Estadounidense. Sandro Abate dice que Darío comienza su producción referente hacia Estados Unidos desde 1870, y toma dos vías base para poder enmarcar el análisis: su obra y las relaciones político diplomáticas con ese país. Darío miraba en Estados Unidos una amenaza, aunque admiraba la desproporcionada fuerza que iba adquiriendo esa nación. Podemos encontrar en dos poemas, los Cines y Augurios, como Darío manifiesta la amenaza:

«Brumas septentrionales nos llenan de tristeza,
se mueren nuestras rosas, se agotan nuestras palmas,
casi no hay ilusiones para nuestras cabezas,
y somos los méndigos de nuestras pobres almas.
Nos predican la guerra con águilas feroces
….
¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?»
(Cantos de vida y Esperanza: 1905)

«Hoy pasó un águila
sobre mi cabeza,
lleva en sus alas
la tormenta,
el rayo que deslumbra y aterra.
¡Oh, águila!
Dame la fortaleza
de sentirme en el lodo humano
con alas y fuerza
para resistir los embates
de las tempestades perversas,
de arriba las cóleras
y de abajo las roedoras miserias.»
(Cantos de Vida y Esperanza: 1905)

En ambos poemas encontramos el designio que Darío hace sobre la amenaza que se cernía sobre Latinoamérica. Hombre inteligente, de alcances culturales y, sobre todo, espectador por más de una vez de la grandeza que exhumaba Estados Unidos, él mismo dirá en su primera incursión a Nueva York que:
«sentía respirar en un país de cíclopes, comedores de carne cruda, herreros bestiales, habitadores de casas de mastodontes. Colorados, pesados, groseros, van por sus calles empujándose y rosándose animalmente, a la caza del dólar. El ideal de esos calibanes[3] está circunscrito a la bolsa y a la fábrica. Comen, comen, calcula, beben whisky y hacen millones […]» (El triunfo de Calibán: 1898).
Presentía, como muchos otros, entre ellos Rodó[4], que Estados Unidos era una máquina en crecimiento, y como cualquier ser, necesitaba sustancia para desarrollarse. Si bien Darío pensaba que la poesía, y el arte en general, debían estar desligados de la política (en Azul demuestra esa intención), no podía separarse del sentimiento general que impregnaba el final de siglo ni el principio del siguiente. Es por eso que demuestra su cambio, no total, pero más consciente en «Cantos de Vida y Esperanza» «Si en estos cantos hay política, es porque aparece universal» dirá Darío en la introducción al libro, pues el sentir se traducía en todos los ámbitos Americanos. La intención del libro es denunciar, un grito de auxilio para la raza Americana, incluida la española. Pero ¿por qué llamar a un libro casi socorrista, donde una tempestad, una sombra colosal, donde «Un gran vuelo de cuervo mancha el azul celeste», Cantos de vida y Esperanza? El libro no es un libro pesimista. Combinado con las ideas unionistas, combate los embates enemigos y dónde hay oscuridad, una luz parece abrirse paso magníficamente clara:

«He lanzado mi grito, Cisnes, entre vosotros,
que habéis sido fieles en la desilusión,
mientras siento una fuga de americanos potros
y el estertor postrero de un caduco león…

…Y un Cisne negro dijo «La noche anuncia el día.»
Y uno blanco: «¡La aurora es inmortal, la aurora
es inmortal!» ¡Oh, tierra de sol y de armonía,
aún guarda la Esperanza la caja de Pandora!»
(Cantos de Vida y Esperanza, 1905)


«El título – Cantos de vida y esperanza, - si corresponde en gran parte a lo contenido en el volumen, no se compadece con algunas notas de desaliento, de duda, o de temor a lo desconocido, al más allá.» Dirá Darío en Historia de mis libros, para explicar su verdadera intención. El libro revive mucho del sentimiento unionista, americanista, e incluso adhiere a ese sentimiento la redención de una España decadente, vieja y derruida.

«Pálidas indolencias, desconfianzas fatales que a tumba
o a perpetuo presidio condenasteis al noble entusiasmo,
ya veréis el salir del sol en un triunfo de liras,
mientras dos continentes, abonados de huesos gloriosos,
digan al orbe: la alta virtud resucita
que a la hispana progenie hizo dueña de siglos.»
(Salutación del optimismo, 1905)

Rubén Darío, según J. F. Normad, adopta el ibero americanismo, y predica la necesidad de que los pueblos Americanos se unan, no desde una postura panamericanista, rúbrica utilizada por los Estados Unidos desde tiempos de Valle y Bolívar, sino de una «América Nuestra», donde las fuerzas americanas no tengan nada que envidiar a los Calibanes, sino que tomen lo provechoso de sus ambiciones.

«Mas la América nuestra, que tenía poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcoyotl,
que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco,
que al alfabeto pánico en un tiempo aprendió;
que consultó los astros, que conoció la Atlántida,
cuyo nombre nos llega resonando en Platón,
que desde los remotos momentos de su vida,
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor…

Tened cuidado ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser por Dios mismo,
el riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder teneros en vuestras férreas garras.»
(A Roosevelt, 1905)

Rubén Darío no era político, si bien es cierto que sostuvo, en su vida, varios puestos diplomáticos. Sin embargo, la influencia que Martí tuvo sobre él es innegable. Participaciones de Darío en la revista Ariel pueden dejar ver el americanismo que promulgó Martí en Nuestra América, y que, años más tarde, se dejarán ver en “Cantos de vida y Esperanza". Darío mismo se declaró discípulo de la americanidad y de la independencia del espíritu abogada por Martí. Lo que caracteriza el americanismo de Martí es la busca de originalidad propia a través de la asimilación y conocimiento de formas del pensamiento extranjero. Darío compartió este cosmopolitismo. (Henkel, 2009) El libro demuestra toda la fuerza y esperanza que Darío dejaba en la fortaleza americana, en su poderío como raza única, y sobre todo en la poesía.

«Esperad todavía.
El bestial elemento se solaza
en el odio a la sacra poesía
y se arroja baldón de raza en raza.

La insurrección de abajo
tiende a los Excelentes.
El caníbal codicia su tasajo
con roja encilla y dientes afilados.

Torres, poned al pabellón sonrisa.
Poned ante ese mal y ese recelo
una soberbia insinuación de brisa
y una tranquilidad de mar y cielo»

(IX, 1903)

Cantos de vida y Esperanza revela a un Darío menos afrancesado, como diría de él en otro tiempo Juan Varela, revela un Darío, sin bien asombrado por la grandeza y poderío Estadounidense, no amedrentado por sus intenciones en «La América Nuestra», pues confiaba que la raza latina surgiría como única nuevamente. Podemos ver esto en el poema «A Roosevelt» donde, si bien es cierto, admite la condición neocolonial e invasora de Estados Unidos:

«Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla español.»

Ahora bien, eso no revela una posición antiestadounidense en Darío, más bien dilucida su contraria posición contra el neocolonialismo e imperialismo que las ideas expansionistas tenían como estandarte. Darío tenía clara su posición de hombre cosmopolita, deseaba aunar las ideas, el ímpetu de crecimiento de esa nación para poder crear una patria igualmente fuerte, independiente y, sobre todo, abierta a las nuevas corrientes artísticas o de pensamiento. Prueba contundente es el poema «Salutación al águila», donde alabará el vigor del pueblo estadounidense, queriendo traspasarlo a América Latina:

«Precisión de la fuerza! Majestad adquirida del trueno!
Necesidad de abrirle el gran vientre fecundo a la tierra
para que en ella brote la concreción de oro de la espiga
y tenga el hombre el pan con que mueve su sangre.»

(Salutación al Águila, 1906)

La admiración profunda que llegará a sentir hará posible la invitación que hace para traspasar, como Prometeo hizo con los hombres, el fuego necesario para construir una civilización grande y poderosa:

«¡E, pluribus unum[5]! Gloria, victoria, trabajo!
Tráenos los secretos de las labores del Norte,
y que los hijos nuestros dejen de ser los retores latinos
y aprendan de los yanquis la constancia, el vigor, el carácter.



Águila, que conoces desde Jove hasta Zarathustra
y que tienes en los Estados Unidos monumento,
que sea tu venida fecunda para estas naciones
que el pabellón admiran constelado de bandas y estrellas»

(Salutación al Águila, 1906)

No obstante, a pesar de la admiración y el anhelo cosmopolita, en ningún momento muestra flaqueza, ni se deja amedrentar por el discurso de Roosevelt. Estados Unidos comenzaba desde principios del siglo XX a expandir su poderío, su discurso de nación democrática y libertadora sobre todo el mundo; discurso que años más tarde, a razón de la fuerza, como dijo una vez Roosevelt, sería manejado como idioma oficial. Darío, siguiendo la posición Historicista, rechaza esa supremacía, defiende lo propio y mantiene la postura en la unión hace la fuerza. En el triunfo del Calibán, donde muestra sus temores, tomando como base principal la imagen carnavalesca de Bakhtín; hace un llamado a la conciencia Hispanoamericana:

«De tal manera, la raza nuestra debiera unirse, como se une en alma y corazón, en instantes atribulados; somos la raza sentimental pero también hemos sido dueños de la fuerza. El sol no nos ha abandonado y el renacimiento es propio de nuestro árbol secular.
Desde Méjico hasta la Tierra de Fuego hay un inmenso continente en donde la antigua semilla se fecunda, y prepara en la savia vital, la futura grandeza de nuestra raza. De Europa, del universo, nos llega un vasto soplo cosmopolita que ayudará a vigorizar la selva propia. Más he ahí que del norte parten tentáculos de ferrocarriles, brazos de hierro, bocas absorbentes.»

(El Triunfo del Calibán, 1989)

Ese mismo sentimiento se traducirá años más tarde, y en el transcurso de su escritura, pero sobre todo «Cantos de vida y Esperanza». Rubén Darío presentía la fuerza de su raza, tomaba parte de la fuerza y, al igual que Bolívar y Morazán, promulgaba la unión para repeler la conquista de entes foráneos. En el poema «A Roosevelt», desmiente todos los apañamientos con que Estados Unidos pretendía engañar, y engañaba, a los cachorros del León.

«Crees que la vida es incendio,
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.»

(A Roosevelt, 1905)

La esperanza nacida a partir de este conocimiento, engrandecía los ideales de Darío, mantenía un haz de luz, (como toda su poesía quería ser), encendido, alumbrando la sombra y diciendo, señalando su proveniencia. Y aunque «Mañana podremos ser yanquis (y es lo más probable)». Dirá siempre, y sobre todo:

«Únanse, brillen, sacúdanse tantos vigores dispersos;
formen todos un solo haz de energía ecuménica,
Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
Vuelva el antigua entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente
que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
Juntas las testas ancianas ceñidas de líricos lauros
y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora,
así los manes heroicos de los primitivos abuelos,
de los egregios padres que abrieron el surco pristino,
sientan los soplos agrarios de primaverales retornos
y el amor de espigas que inició la labor triptolémica.
Un continente y otro renovando las viejas prosapias,
en espíritu unido, en espíritu y ansias y lengua,
ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.
La latina estirpe verá la gran alba futura:
en un trueno de música gloriosa, millones de labios
saludarán la espléndida luz que vendrá del Oriente,
Oriente augusto, en donde todo lo cambia y renueva
la eternidad de Dios, la actividad infinita.
Y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros.
¡Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!»

(Salutación del optimista, 1905)


Puedo decir, entonces, en un estudio de la obra más representativa sobre la posición que Rubén Darío tenía ante la amenaza neocolonial Estadounidense, que su reacción siempre fue contraria a la invasión y dominación que, a ojos vista, los Estados Unidos promovía como campaña principal, sobre los países Latinoamericanos. Dado su cosmopolitismo, Darío buscará, según la teoría de los Historicistas Culturales, «un discurso más coherente con su posición ideológica», pues lo que él rechazaba del país del Norte era la imposición y la invasión que suponía su crecimiento. En ningún momento estuvo en contra de la pujanza Estadounidense. Es más, pretendía utilizarla para el crecimiento de las naciones que venían naciendo en América Latina. Como se puede ver en los dos poemas más representativos de ambas posturas: «A Roosevelt» y «Salutación al Águila», en el primero se ve la posición contraria, repelente que tenía contra la imposición, no pensaba que se necesitara las balas para poder conseguir el porvenir; mientras en el segundo poema invita a la potencia para un crecimiento conjunto, una enseñanza como la que hizo Prometeo con los hombres, que los sacara del atraso y traspasara la pujanza y ahínco por el crecimiento que ellostenían.
La postura que Darío muestra, entonces, es totalmente cosmopolita; quería sentar las bases de una alianza nueva entre Nuestra América y la Hispania, tomando, claro, las formas de desarrollo que Estados Unidos había adquirido con «los secretos de las labores del Norte»; quería refundar la grandeza de España y unirla al crecimiento de América Latina para formar «todos un solo haz de luz ecuménica».



Bibliografía.

Abate, Sandro; Rubén Darío y los EE. UU. Apuntes sobre Rubén Darío y los EE.UU. Revista Estudios Norteamericanos. ISSN 0717 – 3350.
Darío, Rubén (1905). Cantos de Vida y Esperanza; Austral Selección.
Darío, Rubén (1913). Historia de mis libros; Editorial Nueva Nicaragua.
Darío, Rubén (1912). Autobiografía.
Darío, Rubén(1898).EltriunfodeCalibán. www.lospobresdelatierra.org/textos/triunfodelcaliban.html.
Chittenden, Harold (2006) Tres siglos de la política expansionista e imperialista de Estados Unidos. Siglo XIX, XX y XXI.
Henkel, Andrea (2009/2010). Rubén Darío y la cultura Norteamericana. Seminario: el mediterráneo en la poesía del modernismo y del ’27.
Normand, J. F. Las ideas políticas de Rubén Darío. Revista Iberoamericana.
Selden, Raman (2001) La teoría literaria contemporánea: El nuevo historicismo y el materialismo cultura. Tercera ed.






[1] José Dolores Estrada, Presidente de Nicaragua del 20 al 27 de Agosto de 1910.
[2] José Madriz Rodríguez, Presidente de Nicaragua del 21 de Diciembre de 1909 al 20 de Agosto de 1910.
[3] Personaje de la literatura anglosajona. Según Shakespeare en su obra Las tempestades, era hijo de la bruja Sycorax y un diablo. Sycorax se refugia en una isla donde da a luz a Calibán; éste es adoptado como esclavo por Próspero quien le propina malos tratos debido a su previa intención de violar a Miranda, y poblar la isla de muchos calibanes.
[4] José Enrique Camilo Rodó, ensayista uruguayo cuya obra manifestaba el descontento por las presiones Estadounidenses a finales del siglo XVIII.
[5] Es una frase latina, uno de los primeros lemas nacionales de los Estados Unidos, que significa «De muchos, uno».

miércoles, 19 de octubre de 2011

Unos pocos buenos amigos

Andrés Caicedo es un narrador de los años 70's que fue relegado en Colombia ( muchos opinan que  se debió en parte a la sombra de García Márquez) y que hasta pasado un tiempo de su muerte cobraría relevancia. Su  una obra incluye géneros como la dramaturgia, el guión cinematográfico, el cuento y la novela; en ella, muestra un interés por la vida del adolescente, la ciudad, la melomania y la cinefilia (Se interesó especialmente por la salsa y el rock y fue fundador del cine-club de Cali).  En una visita durante el 2010, el grupo teatral Matacandelas de Colombia presentó en Tegucigalpa "Ángelitos empantanados" una adaptación de sus cuentos. En este documental, hecho de una forma un tanto rápida, se narra parte de su vida.


Andrés Caicedo: Unos pocos buenos amigos de Luis Ospina from cuando los grandes eran cortos2 on Vimeo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

María Eugenia Ramos entre los 25 secretos literarios de América Latina


Nuestra compañera María Eugenia Ramos (en esta foto de suéter café junto a la escritora brasileña Claudia Souza) fue seleccionada por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) como una de las 25 escritoras y escritores poco conocidas más allá de sus países, pero de gran  potencial. María Eugenia ha publicado "Una cierta nostalgia" (cuentos) y "Porque ningún sol es el último" (poemas).  Si desean saber más, pueden entrar al link del evento donde se da información sobre los  seleccionados al dar clic sobre estas letras. , además, reproducimos aquí en forma íntegra la nota del diario El País de  España donde se da a conocer la noticia:

"25 secretos literarios de Latinoamérica en la FIL 

La Feria del Libro de Guadalajara (México), celebrará sus 25 años sirviendo de plataforma a otros tantos autores poco conocidos fuera de sus países. 

El secreto se ha desvelado. La Feria del Libro de Guadalajara (México) acaba de anunciar cuáles son los 25 narradores latinoamericanos poco conocidos más allá de sus países pero con un gran potencial. Esa es la apuesta con la que piensa celebrar sus 25 años, del 26 de noviembre al 4 de diciembre. Junto a esta plataforma-presentación de autores latinoamericanos, la feria tiene como país invitado a Alemania y entregará el premio FIL al escritor colombiano Fernando Vallejo. 

Los autores de América Latina que, según la FIL, garantizan el relevo de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX y de los que ya siguen sus pasos en el XXI, reflejan la diversidad y el multiculturalismo en sus apellidos: desde Casas y Muñoz, hasta Umpi y Wynter, pasando por Juárez, Tarazona, Monge, Varas... Seis mujeres y 19 hombres, de entre los 27 y 55 años de edad, comprometidos básicamente con la literatura y la exploración de nuevas formas de contar. Abordan la condición humana y su entorno a través de mundos íntimos protagonizados por gente común y corriente. Ese sería un retrato panorámico de un grupo de escritores conectado con los derroteros de la literatura internacional contemporánea. Estos son los elegidos por la feria mexicana: 

Juan Álvarez (Colombia, 1978), Luis Alberto Bravo (Ecuador, 1979), Andrés Burgos (Colombia, 1973), Fabián Casas (Argentina, 1965), Miguel Antonio Chávez (Ecuador, 1979), Carlos Cortés (Costa Rica, 1962), Francisco Díaz Klaassen (Chile, 1984), Jacinta Excudos (El Salvador, 1961), Nona Fernández (Chile, 1971), Fernanda García Lao (Argentina, 1966), Ulises Juárez Polanco (Nicaragua, 1984), Roberto Martínez Bachrich (Venezuela, 1977), Emiliano Monge (México, 1978), Javier Mosquera (Guatemala, 1961), Diego Muñoz Valenzuela (Chile, 1956), Enrique Planas (Perú, 1970), María Eugenia Ramos (Honduras, 1959), Luis Miguel Rivas (Colombia, 1969), Giovanna Rivero (Bolivia, 1972), Hernán Ronsino (Argentina, 1976), Pablo Soler Frost (México, 1965), Daniela Tarazona (México, 1975), Dani Umpli (Uruguay, 1974), Eduardo Varas (Ecuadro, 1979) y Carlos Oriel Wynter Melo (Panamá, 1971). 

Todos ellos estarán presentes en Guadalajara donde participarán en cinco mesas de diálogo. "Los autores fueron elegidos luego de un proceso que involucró la lectura de decenas de libros y un amplio proceso en el que se consultó a otros escritores, editores, libreros, periodistas y críticos literarios de América Latina. La selección final recayó en un comité de lectores que dio forma a este grupo de autores, quienes han tomado la escritura como una opción vital y representan propuestas literarias de quince países de la región latinoamericana", señala la FIL. Este proyecto ha contado con la asesoría de los escritores Gonzalo Celorio y Sergio Ramírez. 

La representación por países es la siguiente: con tres narradores, Colombia, Ecuador, Argentina, México y Chile; y con uno Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Guatemala, Perú, Honduras, Bolivia, Uruguay y Panamá. Algunos de ellos han estado presentes en Babelia, la revista cultural y literaria de EL PÁIS, a través de entrevistas o artículos o con las críticas a sus libros." 

viernes, 13 de mayo de 2011

Recursos en Línea para los Estudiantes.



Recomiendo las siguientes direcciones:

- http://tupera.com: un sitio que genera citas bibliográficas en formato APA, sean fuentes "duras" o virtuales. Basta introducir los datos generales de la fuente. Es sumamente útil y se pueden registrar con una cuenta de facebook o twitter.

- http://lexiquetos.org/silio/ : este otro sitio es un contador de sílabas en línea. Divide los versos en secciones coloreadas y toma en cuenta las reglas generales de la métrica en lengua española. Es seguro un 95 % de las veces.

lunes, 9 de mayo de 2011

El blog.

Para dar solución a los problemas con respecto al abuso de los medios de nuestra carrera y después de discutirlos, se ha creado una comisión de comunicación. Esta comisión se reunirá para elaborar finalmente un reglamento del blog de la Carrera de Letras y que esperamos finalice con toda esta problemática.

Pasando a otras cosas, me preocupa profundamente que algunos estudiantes muestren desinterés por este espacio y que este proyecto no sobreviva más allá de una generación. Quizás algunos ven este espacio como algo superfluo; pero la verdad es que fue de gran utilidad para nosotros y que nos permitió dar a conocer las actividades, la vida y los intereses de los estudiantes de nuestra carrera; por lo cual creo firmemente que sería una gran herramienta para todos aquellos que seguirán en esta institución cuando nosotros nos graduemos. Así que, con el fin de democratizar el uso del único medio de comunicación con el que cuenta Letras y permitir que los nuevos estudiantes participen, estoy preparando un curso para el uso de este sitio web como parte de mis horas de práctica y al cual se podrán sumar todos los interesados.

También quiero aprovechar esta oportunidad para hacer una disculpa pública a aquellas personas (Especialmente a Bryan, Adalid y Nelson Ordoñez) que por alguna razón se sintieron excluidas de este espacio, me gustaría aclarar que eso respondió a errores personales y no a una mala intención.

jueves, 28 de abril de 2011

ABECEDÁRIO DE GILLES DELEUZE

miércoles, 27 de abril de 2011

A nuestra Honduras

Ataré con hilo febril de sol
el tiempo y los siglos fugaces
de la opresión.

Desataré los versos de tu lengua antigua,
cantare las historias de tus jeroglíficos.

Fundiré tus días remotos
con la sangre de mi sangre.
Tomaré los granos, tus hijos
y formaré un nuevo corazón.

Ceñiré los astros a tus alas dormidas,
gritaré ¡Patria! en la noche de tu vuelo.

Habitaré la extensión de tu cielo,
formaré con los matices de Febo
el fuego de tu fuente.

En tu vuelo inmortal
vencerás en Xibalbá
con el genio de tu providencia.

Con el arte de tus manos
nacerá nuestro futuro.

Crearé tu corona
con esmeraldas de tu suelo
y pintare sus colores en
los rostros de tus niños.

Tomaré los llantos de tus hijos
en la copa de tu gloria
que es la mía y la de todos.

Beberé el aroma de tu amanecer,
palpare la melodía de tus bosques,
el susurro de las sombras,
el beso de tu cielo.

Guardare la armonía infinita
de tu cultura, sus colores,
su lengua, su literatura.

Destruiré las cadenas de fuego
que atan de tu sien el sueño,
con la forma humilde de mis versos.

Sembrare mis cenizas en tu suelo
que la brisa esparcirá,
como ideas sublimes en tus hijos.

Dilatado mi espíritu
en tu vasto suelo,
seré uno, seré todos
seré libre.

Darien Adalid.

Poesía ganadora del segundo lugar del concurso convocado por la UNAH

Literatura en Movimiento


El compañero Manuel Martínez recomendó un link muy interesante en la página de Facebook de este Blog. Doclecticos ofrece videos (descargas) de personas ya "clásicas" en el ámbito humanístico. Como segunda opción, para las personas interesadas en estar "al día" en el mundo literario, propongo que visiten la página de podcasts culturales de la UNAM. Mi tercera recomendación hubiese sido Canal-L; pero por alguna extraña causa el servidor de esta página está sobrecargado.

lunes, 21 de marzo de 2011



CONVERSATORIO

La editorial Guaymuras y la coordinación de la carrera de letras les invita al conversatorio que se tendrá este miércoles de 4 - 6 de la tarde, en la sala de lectura del departamento. Precederá la reunión Myron Alberto Ávila, doctor en español por la universidad de California, quién presentará su libro "De aparente color rosa: discurso y recurso sentimental en las novelas de Argentina Díaz Lozano"
Esperamos su asistencia.


martes, 1 de marzo de 2011

Próximo a Publicarse el libro “Voces Desde el Silencio”




En este libro "Voces Desde el Silencio" se antóloga una serie de ensayos en torno a las problemáticas nacionales, y surge de un concurso de "Ensayo Político" a nivel nacional (Convocado por el ministerio de la juventud), del cual fue ganador Luis David Reyes (Estudiante de la carrera de Letras), dicho libro está próximo a salir y las ganancias serán donadas en su totalidad a “Operación Sonrisa”.

miércoles, 26 de enero de 2011

La carrera de letras está de Luto

Hoy por la mañana varios amigos de Darwin Rodríguez, recibimos la funesta noticia de su partida. Darwin, con quien muchos alumnos de letras compartimos, sentimos el golpe frio de su muerte. Tanto la facultad de filosofía y la comunidad de artistas visuales de honduras sienten si duda el peso de esta trágica noticia. Él, y el compañero Iam, habían regresado la semana pasada de la hermana república de Nicaragua de una residencia que habían obtenido por su labor en las artes visuales. Ayer dialogábamos y me dijo que este año, tomaría mas enserio que nunca su carrera artística y en sus palabras se denotaba una verdad de la cual no podía dudar, porque me comentaba sus ideas y solo con el hecho de imaginármelas ya me eran gratas, verdaderas. Pero la suerte de nuestro amigo no ha sido la mejor, así como la de muchos artistas que llegan al final de su vida en la hora más temprana. Darwin Rodríguez, tus amigos de esta facultad están de luto y sin duda alguna guardaremos lo mejor que nos diste y hasta lo peor que nos diste.

Ludwing Varela

domingo, 16 de enero de 2011

Aviso

Compañer@s

En base a las listas de inscripción que me entregó el Coordinador de nuestra Carrera, he distribuido vía correo electrónico el primer material de lectura para el Curso de Novela Española Contemporánea Escrita por Mujeres. Esto con el fin de que se avance en las lecturas. He enviado adjunto el programa del curso y tres textos correspondientes a la tercera semana.

Varias personas olvidaron anotar su correo electrónico, por ello fue imposible enviar el material. Si alguien se inscribió en el curso y aún no ha recibido los textos, envíeme un correo a thegathering_hn@hotmail.com

sábado, 1 de enero de 2011

Viaje a Tulum (Parte 1)

Por Jorge Manuel Martínez

Federico Fellini es uno de esos directores que idolatro hasta más no poder. Su cine de carácter surrealista e hiperbólico me resulta sumamente interesante. Para aquellos que no lo saben, existe un cómic que realizó con el dibujante de tiras eróticas Milo Marana, lo cual no es de extrañar porque el cineasta ya había hecho guiones para cómics cuando, durante la segunda guerra mundial, las historietas estadounidenses fueron descontinuadas en Italia, por lo que las casas editoriales de aquel país tuvieron que contratar guionistas para que continuaran las historias. A Fellini le tocó trabajar como guionista de Flash Gordon, haciendo una historia que quizás dista mucho de la estadounidense y que me interesaría conseguir si es que alguien la encuentra por allí en alguna ocasión.
En Viaje a Tulum, se narra la historia de un director de cine que viaja a México en donde se ve envuelto en una experiencia de revelación espiritual a través de los shamanes, tanto buenos como malos, que conoce en aquella tierra. La historia de este trabajo es la siguiente: en el año de 1986, Federico Fellini publicó en la revista Colllo que sería el guión de una película que se llamaría Viaje a Tulum pero no estaba seguro de si llevaría esa película al cine. Al final se decidió por no hacerlo, sin embargo aseguraba que el hecho de publicar el guión antes de realizar la película lo había hecho por un dictado inconsciente y que tenía que hacer una confesión, aquel viaje realmente había sucedido. Un tiempo después, Fellini les diría en confianza a sus amigos que le interesaba que un dibujante como Manara hiciera una versión en cómic de aquel guión, resulta que tiempo después (para los que creen en el azar objetivo) el mismo Milo Manara en persona le pediría llevar al formato gráfico aquella historia.
Pero la finalidad de hacer esta entrada no es sólo hablarles de esta obra; porque la edición de Viaje a Tulum está en dos tomos, los cuales contienen una introducción de Federico Fellini y otra de Manara. Cada autor nos habla de sus expectativas e historias respecto a lo que fue la elaboración de aquel trabajo. En esta ocasión coloco aquí la parte de Fellini y, en una próxima entrega, subiré las de Milo Manara:

"Un día, Milo Manara, poniéndose todo colorado, me preguntó si no me molestaría ver trasladar al cómic mi relato Viaje a Tulum, que él había leído en el Corriere della Sera. Esa pregunta me dejó pasmado y perplejo. Quizá también un poco halagado, aunque me resultaba difícil entender que un dibujante inclinado gráficamente al erotismo y con un estilo blando y envolvente, encontrase compatibles con su manera de hacer situaciones, personajes y escenarios de un tipo de aventura a mi parecer muy lejano de las cadencias y ritmos del cómic.

Ese relato publicado por partes en el diario milanés era el intento de referir, en los estilemas de una construcción cinematográfica, las aventuras que yo había vivido realmente en un viaje realizado tiempo antes a México para ver a Carlos Castaneda, cuyos libros siempre me habían interesado e inquietado. Pensaba poderlo tener de compañero y guía al repetir los itinerarios y las etapas del extraordinario viaje inciático que Castaneda había llevado a cabo con intención de preparar una tesis doctoral sobre las propiedades de las plantas psicotrópicas. Pero, precisamente como contaba en esa historia, las cosas me salieron muy de otro modo, y ya no pensé más en hacer la película. Al contrario, justamente para alejar de mí toda tentación o reconsideración, acepté la invitación del periódico de publicar la historia por partes, como un folletín. Me parecía la manera más segura de confinar ese relato en una expresión que eliminase definitivamente de mi imaginación, de mis intenciones, el propósito de verterlo al cine. Porque, en efecto, había habido un breve período de tiempo, tras mi vuelta a Roma después de aquel viaje, en que de buena fe me dejé llevar a imaginar la película que habría podido sacar de los fragmentos de recuerdos, de las descripciones de lugares y personajes, de los bosquejos de diálogos que había anotado en cuadernos. Me parecía en verdad una bonita historia, fascinante y sugestiva precisamente por lo que tenía de indescifrable: un film que no se parecía a ningún otro. Conté este extraordinario argumento a Tullio Pinelli, que colaboró en la redacción de un tratamiento cinematográfico. Pero Milo insistía con su sonrisa de niño bueno, los ojos radiantemente celestes y el flequillo de pelo de querubín; sólo le faltaba la trompeta dorada. Al final, después de haber intentado todo para hacerle recapacitar, dijo que sí. Mi consentimiento no fue tanto por la curiosidad de ver qué obtenía Manara -su talento me garantizaba que los dibujos serían muy bellos, y además yo había tenido ya una prueba con las ilustraciones que acompañaban al relato en el Corriere della Sera- sino que quizá acepté la propuesta al pensar que la traducción gráfica de esa historia me quitaría de la cabeza, de una vez y para siempre, la ya mortecina idea sobre la posibilidad de realizar alguna vez el film. No obstante a saber por qué, quise que bajo el título se añadiese: "Argumento de Federico Fellini para una futura película". De modo que la historia empieza así. Vincenzo Mollica, presencia tranquilizadora, me invitaba a colaborar en esta insólita empresa. Yo sugería a Milo un comienzo diferente del correspondiente al relato original. "¿Por qué no iniciamos la historia en Cinecittá? Vincenzo, acompañado de una chica guapa, viene a entrevistarme". Milo estaba ya dibujando, tenía ya lista la primera entrega. Un poco más de trabajo me costó convencerlo para que sustituyera el personaje del director, es decir a mí, por Marcelo Mastroianni. Por las primeras páginas sabía que me estaba dibujando guapísimo, y, aunque verme así retratado me halagaba, no conseguía evitar imaginar las carcajadas de mis colegas cuando me vieran hecho un galán y lleno de pelo. Ya me parecía oír los comentarios de mi peluquero, que es un apasionado lector de cómics y que se enzarza conmigo en discusiones encarnizadas cada vez que sale con una nueva historia.

Si quieres -decía Milo- puedo dejarte un poco más calvo". Y contestaba yo: "Sí, pero ¿y cuando tenga que bañarme desnudo en el mar de Yucatán?... Hazme caso, Mastroianni ha sido definido como mi alter ego, y me ha representado en un montón de películas, como en La Ciudad de las Mujeres, donde lo llamamos Snaporaz, que es más que nada un nombre de personaje de cómic. Seguro que con él no tienes los problemas que se te habrían presentado al dibujarme a mí en 400 tiras, siempre con el lápiz inseguro, vacilante ante la eventualidad de que yo me pudiera sentir ofendido". Al final, Milo renunció a la apoteósica intención de representarme más guapo que Robert Taylor y Gregory Peck, y aceptó la nueva solución: Snaporaz, mi alter ego, quedaba autorizado por mí para interpretar el personaje de un director que marcha a una misteriosa y extraordinaria aventura en el pavoroso mundo de los brujos mexicanos. Por entonces, yo ya estaba atrapado en el engranaje de un nuevo guión para otro film, y junto con Vincenzo Mollica, semana tras semana, iban brotando las aventuras del intrépido grupo de exploradores, sustituyendo a los personajes del relato original con otros inventados para la nueva versión. Todo esto, mientras Manara dibujaba con ritmo febril, pero acaso no lo bastante para realizar puntualmente las entregas. Así descubrí, con un sentimiento de admiración, que detrás de un cómic que debe aparecer regularmente en los quioscos, hay una organización formidable, eficientísima y técnicamente preparada. Como la gente del cine sabe que pertenece a una casta, así los dibujantes, los guionistas, los coloristas y los que rellenan los globos con los diálogos escritos en límpida letra saben que pertenecen a una casta de artistas y artesanos realizadores de un trabajo que fascina y hace felices a millones de lectores de todas las edades. Lo mismo que los del cine creemos hacer. Además, pienso que el cómic nació un poco antes que el cine.Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harry Langdon, Larry Semon, los grandes cómicos del cine mudo, deben mucho a Harry Holligan, al Gato Félix. Y Spielberg, Lucas y yo, ¿Acaso no nos consideramos todos deudores, rindiendo a menudo y de buena gana un festivo homenaje en tantas películas nuestras a Little Nemo, de Winsor McCay, y a los mundos alucinados y siderales de Moebius y de sus incandescentes y geniales colegas de Metal Hurlant? Perdonen si me cito continuamente: Amarcord está construida y contada ofreciendo de nuevo la sobriedad de encuadres de los dibujantes americanos de los años treinta. El homenaje es evidente también en La Ciudad de las Mujeres, donde el protagonista se llamaba precisamente Snaporaz y su doble Katzone por un consciente tributo de afecto y gratitud a Panciolini, Cagnara, Arcibaldo y Petronilla. Con toda esta parrafada quiero decir que, sugiriendo a Milo las secuencias para Viaje a Tulum, telefoneando a la directora Fulvia Serra para justificar una demora en la entrega, me he encontrado en mi ambiente de siempre, o sea en los estudios cinematográficos de Cinecittá, con los mismos problemas, incidencias de trabajo, necesidades de salir del paso, imprevistos cambios de dirección, e incluso la misma satisfacción y alegría del maravilloso viaje a la aventura, a la fábula, a la invención. Ha sido, en suma, una fiesta; lástima que haya terminado. Pero proyectos con los que he convivido mucho tiempo y luego he abandonado, historias y personajes que me han hecho compañía durante años y continúan haciéndomela, de ésos tengo muchos, que permanecen buenos y tranquilos en un cajón en el que se lee: "Futuras películas".

Por ejemplo, hay una historia muy bella de Viaje a Tulum que empieza así..."